Diario de viaje, miércoles real, 25 de mayo de 2011

Al parecer por alguna extraña razón ayer creía que era miércoles y hoy jueves, y no fui el único a mi alrededor que lo creyó. Pero las fechas de periódicos y ordenadores me quitan la razón (Aún cuando juraría consulté estas mismas para darle la fecha a mi último post)

Estoy cansado, no tengo mucho más que decir. Mis planes para hoy incluyen dependiendo de las cartas que me ofrezca el día unos dados lanzados o buscar con qué calmar una paciencia que ha sido testada en exceso. ¿Aunque esa sería la expresión correcta? No, no.. más bien debería de expresarme de la siguiente forma: Tengo que buscar algo con lo que compensar la balanza en que se basa mi estado de ánimo, la cual ha carecido de elementos medianamente duraderos en uno de sus platos por todo el día.

Que se me llame caprichoso, pero no considero todo lo bueno anímicamente así, ni me afecta como si así fuera.

Siento algo de deseo por la calidez de un sueño.. pero me temo que el dormir únicamente mejora mi estado de ánimo cuando tras hacerlo hay algo bueno.

Solitarias horas libres en días ocupados.. terminaré teniendo que buscar o entretenimiento, o compañía.

¿Y si lo diese todo con qué me quedaría? Recuerdos de peligrosas curvas; de marcas hechas por parte de sus dueñas.

Momentos en los que cada segundo resultó ser un infierno, que fue alargado hasta el infinito, y aún no resultó torturado por completo.

Miradas que no se dieron del todo, voces inundadas con un terrible tono de duda, y un abatimiento tal, que me hizo clavar mis rodillas en el suelo

Y si me he de matar para mantenerte así, asalvo de quienes odio y de quienes quiero, tan lejos como pueda de la confusión que me devoró, del placer y del dolor de herir

Y si te he de confesar a los ojos lo que hago, aún cuando ya sé lo que en cada caso preferirás, mi mente traicionaría a mi corazón, y controlaría cada palabra que necesitase liberar.

Cuando me pedí pagar desangrándome gota a gota, qué podía hacer.. hubiese muerto de no hacerlo por ella.

Seré juzgado por mi mismo y no me avergonzaré, no tendré ante quien disculparme, en el momento en que oigan de mis pecados que yo mismo los enumeré.

Deseo tanto, rasgarme el pecho. Colocar un espejo, y observarlo abierto. Saber exactamente por qué como se mueve y cómo es movido, por qué el placer es sólo una brisa mientras el dolor es imposiblemente intrincado.

Pero mientras me quede sangre no puedo abrirlo, mientras mi corazón lata no puedo perder el aliento, así que mientras el aliento de mis pulmones sea cálido.. será demasiado pronto para saber quién soy.

Y si hay algo que pueda hacer para saberlo, reto a los cielos para que me lancen la oportunidad de ello, porque no la voy a soltar. Y si me destroza las manos, que lo haga.

Y si no aguanto hasta que me pueda ver el pecho, ni estaré vivo ni estaré muerto, sólo estaré en un lugar intermedio que es lo que yo califico, la peor mezcla de azul y negro.

Ni daré una oportunidad por ganada ni la daré por perdida, incluso si gano cada batalla, a mi corazón no le espera mucho más que sangrar, cuando eso es todo lo que espero que haga.

The time is up.